 
	Millennial, ¡aprende a LIBERARTE de tus Cargas Transgeneracionales! AQUÍ
Lo más natural es que cuando llegamos a ser adultos nos comportemos acorde con la manera cómo fuimos criados y el carácter de nuestros padres; ya que son precisamente ellos quienes modelaron nuestra personalidad y educación. No obstante, esto puede no ser lo único que heredamos de ellos y de las generaciones anteriores, sino que de manera imperceptible también estemos cargando con cargas transgeneracionales.
Sin quererlo, somos portadores de los conflictos no resueltos de generaciones anteriores a nosotros.
Las cargas transgeneracionales son aquellos traumas, ideales, patrones de conducta y energías negativas que transmitimos de una generación a otra, de manera consciente o no.
Un buen ejemplo para entenderlo podrían ser los hijos de padres que tuvieron que vivir una catástrofe o fatalidad, como los sobrevivientes al Holocausto donde, de acuerdo con el psiquiatra español Goyo Armananzas, los descendientes de la segunda y tercera generación pueden tener sentimientos de lástima y tristeza profunda por las experiencias vividas, culpa por el estilo de vida actual y un deseo irrefrenable de perpetuar sus creencias y “raza”.
Sin embargo, las cargas negativas que heredamos no siempre tienen que ver con situaciones altamente traumáticas como en el ejemplo. También podría tratarse de secretos, medias verdades familiares o frases y conceptos que se repiten periódicamente.
¿Cómo identificamos que llevamos Cargas Transgeneracionales?
Usualmente detrás de cada situación de increíble estrés mental y emocional (es decir, un trauma), se produce una carga trangeneracional. Según el diccionario de psicoanálisis de Laplanche y Pontalis, un trauma es “un acontecimiento en la vida del sujeto caracterizado por su intensidad, su incapacidad de responder a él adecuadamente y los efectos patógenos duraderos que provoca en la organización psíquica”.
Si el trauma no es evidente, lo podemos identificar en los sentimientos de insatisfacción personal y profesional incluso en los momentos de éxito o celebración de logros. El renunciar amargamente a cumplir tus sueños, guardar resentimientos, reprimir emociones, vivir lleno de prejuicios, son otras formas como podemos detectar si sufrimos de las consecuencias de una carga transgeneracional.

“Si una experiencia con mucha carga emocional no es metabolizada (comprendida, sentida y expresada), puede convertirse en un elemento inconsciente enquistado que se transmita de generación en generación”. Fuente: dbr-casla.com
La buena noticia es que existe una solución
La única manera de liberarte es a través de la Resiliencia Individual, que es lo mismo que desarrollar la capacidad de adaptarte y superar la adversidad tanto literalmente – con soluciones tangibles a nuestros problemas – y espiritualmente – para cuidar de tu salud mental y emocional.
Para desarrollar esta habilidad debes pasar por tres etapas: la aceptación, el perdón y el aprendizaje.
1. Aceptación del Problema
Momento donde reconocemos que existe una situación o sentimiento que sanar. Puede ayudarnos el hablar con un familiar cercano, que tenga información suficiente el trauma familiar, ya sea porque estuvo allí o porque también fue transmitido a su generación.
Aquí puedes perfeccionar el “Storytelling” o habilidad de cuentacuentos.
Escribir, dibujar o decir en voz alta cuál es la carga familiar que existe y por qué existe, ayudará a reconocer la raíz del problema y examinar nuestras emociones.
2. Otorgando el Perdón
Lo hecho, hecho está. Y está en tus manos buscar el cierre del círculo vicioso de energías negativas, rencores, aspiraciones incumplidas o reproches. Puede tomar su tiempo, pero busca la forma de perdonar la carga familiar que heredaste. Intenta crear rituales representativos que te ayuden a dejar ir lo que no te permite avanzar.
Un ejemplo de un ritual personal podría ser despertarte todos los días a las 6 a.m., hacer 45 minutos de ejercicio escuchando música con frecuencias positivas. Luego descansas 10 minutos mientras reflexionas en las posibles soluciones a tu carga familiar y las enseñanzas que estás aprendiendo de ella.
“Los rituales no son necesarios para realizar un proceso, pero te llevan a un estado interno útil para ese proceso”. Fuente: exito-personal.com
3. El Aprendizaje Final
¿Qué es lo que te queda luego de aceptar el problema, perdonarte a ti mismo y a los miembros de tu familia involucrados en la carga familiar? Llega a tu propia conclusión.
Compara como eras y sentías antes de que cultivaras la resiliencia, con cómo eres y te sientes ahora. Y siéntete orgulloso por lo que has logrado: liberarte de una carga transgeneracional; algo que muchas personas no pueden hacer, incluso llegando a necesitar ayuda profesional.
¿Qué me queda después?

Liberarte de las cargas transgeneracionales que te sostienen y mantienen lejos de la plenitud hace que te conectes con los aspectos más profundos de ti mismo, lo que te lleva a:
- • Tener más vitalidad física y energética.
- • Mejorar la relación con tu familia (actual y futura).
- • Crecer en tu carrera profesional.
- • Vivir un nuevo florecimiento de la creatividad.
- • Experimentar relaciones equilibradas y satisfactorias con los que te rodean.
Si bien toma bastante fuerza de voluntad hacerles frente a traumas familiares pasados, una vez lo intentas tu calidad de vida mejora y te puedes dedicar de lleno a cumplir tus deseos y aspiraciones.
Si estás buscando un poco de inspiración para liberarte de tus cargas, no dejes de leer nuestro artículo: ¿Te has preguntado por qué nos gusta seguir a líderes? ¡Incluye los mejores quotes de personalidades inspiradoras!

 
							 
							
