¿Cómo estructurar un presupuesto para comprar tu propiedad?
Ya sea para la compra de apartamentos céntricos, una casa en la playa o una cabaña en las afueras de la ciudad, lo más probable es que tengas que recurrir a un préstamo bancario -a menos de que cuentes con un sólido capital-. Por suerte, el sistema financiero de Panamá es bastante fuerte y cuenta con planes de crédito para todos los perfiles y presupuestos.
Entonces, en el proceso para comprar una vivienda el problema no siempre radica en el dinero, sino en la planificación y estructuración del presupuesto. Cuando no se hace bien, se puede cometer el error de asumir una deuda difícil de pagar. Aprende cómo hacerlo y evítate dolores de cabeza en el futuro.
Ahorro previo
Es fundamental en el proceso para comprar un apartamento o cualquier tipo de vivienda. Debes contaral menos conel dinero para cubrir los gastos deescrituración yel valor dela cuotainicial. Si piensas asumirlos conotropréstamoocontus tarjetas de crédito, puedes estar cometiendo un error importante; ya que terminarás asumiendo varias deudas con intereses por separado.
Organiza tus finanzas
Antes de solicitar un crédito para la compra de una vivienda, debes ordenar tus finanzas. Es decir, contar con una estructura sin grandes deudas y que permita una buena capacidad de ahorro. Recuerda que asumirás el pago de una hipoteca; entre menos obligaciones financieras tengas, más libre te sentirás.
Elimina de tus egresos los gastos innecesarios o por concepto de suntuosidades irrelevantes. Por ejemplo, si anualmente pagas una factura de telefonía móvil por un plan de 2.000 minutos, que en su mayoría gastas en llamadas que no te representan un retorno de inversión, cámbialo por uno más económico y habla por teléfono solo lo indispensable.
Determina tu capacidad de pago real
En el proceso para comprar un apartamento a través de un crédito hipotecario, la entidad financiera realizará un estudio para establecer cuál es tu capacidad de pago mensual y por lo tanto, el monto que te puede prestar.
Pero lo cierto es que solo tú sabes realmente cuánto gastas al mes. Ten presente que el banco realiza ese estudio en base a los ingresos y egresos que declaras y a tus movimientos financieros (otros prestamos, transacciones con tarjeta de crédito, facturas, etc.), y no se evalúan gastos ocasionales o de entretenimiento.
Por supuesto, si ya has realizado inversiones previas, tendrás que evaluar cómo cambian los flujos al incorporar esta nueva propiedad.
¿Cómo hacerlo?
Toma lápiz ypapel. Apunta en una columna todos tus ingresos (incluida la renta que producirá o te ahorrarás con la nueva vivienda); y en otra tus egresos, incluyendo hasta los más mínimos, como las salidas familiares, los costos por movilidad, las vacaciones, las compras ocasionales, etc.
Luego realiza la respectiva resta y obtendrás el valor de tu capacidad real de pago. Sin embargo, recuerda que debes descontar de este monto una parte destinada al ahorro y a los imprevistos. Por lo general, suelen dejarse por fuera del listado algunos gastos variables, por lo que es bueno apuntar para este concepto alguna cantidad, aunque sea pequeña.
Si al terminar este análisis financiero tu saldo es negativo, es decir con más egresos que ingresos, es necesario que evalúes la forma de disminuir los gastos. Si después de hacerlo la situación se mantiene, es mejor que dejes la intención de compra para un momento en el que tengas mayor solvencia económica.
Realiza un plan de gastos
Una vez determinada tu capacidad de pago, has estructurado el presupuesto. Lo único que te queda por hacer es planificar los gastos futuros. Procura cumplirlos al pie de la letra, sin permitir que tus planes se salgan de control. Es importante que revises el cumplimiento de las proyecciones en forma periódica y que incluyas los ingresos y egresos que se vayan presentando en tu economía familiar.
Tal vez cumplir con él sea un poco difícil. Pero recuerda que cuando lo hayas convertido en un hábito, no te afectará en lo más mínimo. Además, lo haces por una excelente causa: una inversión inteligente en bienes raíces.
Si bien es cierto las propiedades en la playa o en las afueras suelen proporcionar tranquilidad, vivir en ellas puede tener costos adicionales; por ejemplo, el desplazamiento al trabajo. Considera la posibilidad de invertir tu dinero en uno de los apartamentos céntricos que ofrece el portafolio inmobiliario de la ciudad. Están cerca de todo, se gasta menos en transporte y, a la hora de alquilarlos, son más rentables por su alta demanda.



