4 Cosas que Debes Saber para Ser Asertivo y Conseguir lo que Quieres

lunes 18, septiembre 2017

Expresar nuestras opiniones, pensamientos o ideas con claridad, precisión y de forma educada puede resultar algo que en concepto suena muy bien pero que para algunas personas puede costar un poco más de trabajo.

Sin embargo, no es imposible, lo que se debe hacer en aprender de la asertividad y comprender cuáles son los momentos adecuados para comunicar lo que está en nuestro interior y cuando no, cómo hacerlo con respecto a quién nos escucha y ejercer una influencia positiva sobre quienes nos rodean.

Todo se basa en decir lo que pasa por tu mente:

1. Pero, ¿qué decir?

La verdad, nada más que la verdad. Para ello es vital que seas un buen oyente; más que “oír”, escucha activamente a las personas cuando te hablan y presta atención a lo que te dicen no solo con palabras sino con su lenguaje corporal.

Con esto estarás leyendo sus reacciones y sabrás cómo dar tu aporte en la conversación de una forma respetuosa hacia los que dialogas – lo que hará que acepten/respeten tu posición o incluso consideren darte la razón – y por supuesto hacia ti mismo – por la dignidad que te auto-regalas cuando haces valer tus derechos y expresas tus emociones o puntos de vista.

Siempre puedes empezar pidiendo la palabra o turno para hablar, y aclarando que lo que dirás a continuación corresponde a tus sentimientos y pensamientos. No intentes adornar demasiado lo que vayas a decir, ya que el mensaje es mucho más claro de entender cuando es corto y sencillo.

 

2. ¿Cómo decirlo?

Evita que tus emociones tomen rienda sobre tus acciones a través de ejercicios de respiración, y solo exprésate de forma tranquila, coherente y concisa, con amabilidad, el correcto tono de voz – firme, respetuoso, con buen volumen, pero sin gritar – y un lenguaje corporal abierto – con una postura erguida pero relajada.

 

Algunos Pequeños Consejos:

  • • Difiere de los demás diciéndoles que, aunque no compartes su punto de vista definitivamente la valoras o respetas. Con esto armonizarás el ambiente para un sano debate en lugar de una tensa discusión.

  • • Utiliza la primera persona para evitar malentendidos o indirectas. Ej.: “Yo opino que…”, “de acuerdo con mi experiencia personal y profesional…”, “A mí en lo particular…”, “Yo no estoy de acuerdo por las siguientes razones…”, etc.

  • • Al hacer declaraciones evita los absolutos o generalizar con tus expresiones, a menos que tengas algún tipo de data que lo soporte. Por ejemplo, en lugar de decir “La gran mayoría de los hombres de negocios son de esta manera”, di “yo opino que algunos hombres de negocios se comportan de esta manera”.

  • • Ten siempre presente que el norte u objetivo de tu intervención no es hacer que te den la razón, sino aportar en la discusión, que tus deseos sean tomados en cuenta o lograr la meta que estén planteando.

 

Aprenda a cómo hablar con empatía gracias al poder del discurso efectivo. Visite esta charla TED de Julian Treasure, Cómo hablar de forma que la gente te quiera oír.

 

3. ¿Cuándo decirlo?

La asertividad es todo lo contrario al conformismo, y la ejerces cuando la situación donde te encuentras afecta tu bienestar físico, mental o emocional.

La asertividad no se trata de no sentir, sino de canalizar tus sentimientos y emociones de una manera positiva.

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Fuente: Vídeo de Business Coaching School

 

4. ¿Por qué decirlo?

La principal razón para aprender y practicar la asertividad es por nuestro propio bienestar, para sentirnos bien, estar felices y satisfechos con nosotros mismos.

Y como solo nosotros somos, precisamente, los responsables de nuestra propia felicidad y bienestar, lo adecuado es decir las cosas que rondan nuestra mente, aceptar nuestros deseos, reconocer primero lo que sentimos y pensamos para posteriormente buscar la manera más efectiva y eficiente de expresarlo.

Esto no significa que debemos ser unos parlanchines y dar una opinión sobre TODO, cualquier tema que salga a relucir, ya que es completamente válido que en ocasiones también tengamos momentos de pasividad, simplemente un seguidor más del líder.

Lo que realmente significa es tener la capacidad de ser una voz activa en las situaciones que no concuerdan con nuestros principios, valores morales o nos afectan en un nivel físico y emocional.

 

Aunque sigas todos estos pasos al pie de la letra no te garantizará que los receptores – personas – no se enfaden, sorprendan o tengan un resentimiento hacia ti o tu opinión; sin embargo, si es menos probable que suceda y tendrás paz personal sin preguntarte “que habría pasado si hubiese dicho lo que pensaba”.

 


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